domingo, 16 de marzo de 2014

La Libertad a Soñar.

          Desde que era niña, siempre me encantó la sensación del descontrol, la libertad y ese deseo de ser mayor, ese momento en el que sientes que eres tu la que controla tu vida, ni tus padres, profesores e incluso el destino, si no tu mismo. Ya fuera el hacer los deberes antes de que entraran los profesores a clase, el despertarme justo antes de que empiecen las clases, el escaparte a la hora del comedor para salir con los amigos, el retar a tus padres, el cruzar la calle justo después del coche, casi rozándote, el picar a los timbres y salir corriendo, ... De verdad que me encanta. Sobre todo, había una cosa en especial que hago desde
entonces, siempre que me siento agobiada, con ganas de soñar, que necesito centrarme e incluso un momento de Paz Interior, hay una charca en la calle de arriba de mi casa, yo le llamo lago, esta en medio del bosque y casi nunca hay nadie, me encanta ir caminando hasta allí con mi libro favorito y la música, echarme en la hierva, o en la sobra de los arboles, y ponerme a leer o a mirar las nubes e imaginarme formas, historias fantásticas sobre princesas, monstruos, leyendas, fantasía, ovnis o de lo primero que se me pase por la mente. Y ciertamente ¡Me encanta!.


         Hace unos años, me puse en el porche de mi casa ha mirar las nubes (ya que me habían pillado y no me dejaron salir), sale mi padre y me cuenta que el mirar las nubes y ver formas es una enfermedad. Y por supuesto, tenía razón. La enfermedad se llama Pareidolia, es un fenómeno psicológico que consiste en que podamos percibir un rostro o una figura humana o animal en lugares de lo más insospechados: la forma de estar colocadas las ventanas/puertas en un edificio, la parte posterior de un despertador, una nube, en una tostada, una grifería, ... http://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-de-ciencias/pareidolia-el-extra-o-fen-meno-ver-caras-160215051.html. Y como era de esperar, ahora cada vez que tengo esa necesidad de salir e ir a mi lugar recognito, mi lago privado y me pongo a contemplar las nubes, me acuerdo de la "enfermedad" y me corta el royo. ¡NO ES JUSTO! Era mi momento de soñar y me lo robaron. 

         Desde entonces, ya no es lo mismo, pero me dije a mi misma... ¿Por qué privarte del poder soñar, si soy una soñadora nata?. Así que me busque otra forma de encontrarla y que no me supusiera tener ninguna "enfermedad" ;) 

         La Lectura, pero como siempre hay un pero, el mio era que en aquel entonces no me gustaba. Mi padre me castigaba con ella. Me ponía un libro tras otro, capítulo a capítulo. Tenía que leerme uno cada
día uno (capítulo) y luego hacer un resumen, pero (como siempre :) ) me empezaron a gustar los cómics, en especial el Manga. De hay aprendí a dibujar y a entusiasmarme por la lectura. Me costo años el coger un libro por mi cuenta, y fue un amigo mio que me lo regalo por mi cumpleaños, "La Mansión Glass" de la saga " Los Vampiros de Morganville" de Rachel Caine, y  ahora no hay Dios que me los quite. Empecé por la literatura juvenil, como por ejemplo "La Mansión Glass" (nombrado anteriormente), "Las Hijas de la Noche", "Firelight", ... y ahora no tengo reparos en el estilo del libro, con que me lleve al mundo oculto que tienen, con eso me basta.

          Así que en esta historia, la moraleja podría decirse que es, que aunque la vida te ponga obstáculos para poder cumplir tus sueños, busca siempre la  forma de hacerlos realidad, y al final, lo lograras. 

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